II Juegos de Mar y Playa

Del 16 de mayo al 23 de mayo

Oh Glorias inmarcesibles

mayo 17, 2015



La última vez que se habían reunido, Cartagena también fue el epicentro. En esa ocasión los convocaron los Centroamericanos y del Caribe 2006. Pasaron casi nueve años para juntarse de nuevo. Esta vez, los II Juegos de Mar y Playa se convirtieron en suficiente razón para que las Glorias del Deporte colombiano dijeran presente en masa.

De los 48 excampeones del mundo y medallistas olímpicos que integran el programa de Coldeportes, 28 se hicieron presentes este sábado en el hotel Caribe de la capital bolivarense, donde aparte de recibir la implementación representativa, fueron condecorados por el ente rector del deporte nacional.

“Es reconfortante que el Gobierno Nacional, a través del Departamento que lo representa, siga reconociendo el esfuerzo de tantos deportistas que siempre nos esmeramos por dejar en alto el nombre del país. Además, tener la posibilidad de estar juntos es algo que se disfruta aún más”, dijo un entusiasta Helmut Bellingrodt.

El doble medallista de plata olímpico en Múnich 1972 y Los Ángeles 1984 recibió otra distinción del director de Coldeportes, Andrés Botero Phillipsbourne, quien más que presidir el acto, ofició de anfitrión. “El ver desfilar una a una a tantas leyendas de Colombia, que disfruté como deportista y aficionado, es demasiado emocionante”, reconoció el dirigente.

El también miembro del Comité Olímpico Internacional le impuso igualmente la medalla a Antonio Cervantes, no sin antes reconocer públicamente: “Me alegra de corazón que Pambelé haya aceptado la invitación a este merecido homenaje, pero sobre todo, verlo tan bien”.

El de San Basilio de Palenque, como siempre, atrajo miradas, pero el show lo compartió con otros que hicieron del cuadrilátero su lugar de júbilo. Miguel ‘Happy’ Lora se animó a tirar uno que otro gancho. De esos que lo llevaron a ser aspirante al ‘Hall de la fama del boxeo’. Y si de guantes se trata, una leyenda eclipsó con su simple presencia: Rodrigo Valdés.

Los tres bromearon, se abrazaron y rieron como cuando lucían gigantes cinturones que les convirtieron en campeones del mundo en su momento. “Esto no es de todos los días y hay que aprovechar porque uno nunca sabe cuándo se vuelva a repetir”, exclamó el ‘Rocky’ con su tradicional voz gruesa.

A ellos los unió un mismo deporte. Así también ocurrió con los beisbolistas de la Selección Colombia que ganó la Serie Mundial en 1965. Qué mejor momento para reunirlos, que al conmemorarse 50 años de aquella medalla de oro. Ubaldo Salinas, uno de esos héroes, recordó que “pasan el tiempo, pero el cariño que sentimos los unos a los otros es el mismo. Somos una familia que permanece unida”.

Ni siquiera la partida de varios integrantes los ha alejado. El más reciente en despedirse fue Humberto Bayuelo Settien, subcampeón orbital de béisbol en La Habana, en 1971, que murió el pasado 24 de abril en Cartagena. En su memoria y en la de aquellos que dejaron huellas doradas, se ofreció un minuto de silencio. Momento solemne que se tornó emotivo cuando su viuda, Norma, recibió la medalla. El auditorio, de pie y con un sentido aplauso, impregnó aún más de nostalgia tal reconocimiento.

Luego de atender a los distintos medios de comunicación, compartir anécdotas, firmar autógrafos y seguir siendo solicitados para fotos, convertidas tras los flashazos en postales, las Glorias recibieron más homenajes. Departieron en un almuerzo y luego tuvieron lugar privilegiado en la tribuna donde se inauguraron los Juegos de Mar y Playa.

En pleno escenario multipropósito no necesitaron de un ring, tampoco un blanco a varios metros ni mucho menos diamantes para recibir otra ovación. Y ese cariño popular que los convirtió en Glorias, demuestra de paso que los años podrán avanzar, las canas aparecer y las arrugas asomar, pero la idolatría, como sus títulos, se mantiene intacta. Campeones eternos.


Ver galería de fotos

Desarrollado por