II Juegos de Mar y Playa

Del 16 de mayo al 23 de mayo

Júbilo entre capitanes

mayo 20, 2015
Bolívar, oro en fútbol playa de los II Juegos de Mar y Playa. 

Sonó el pito que daba por terminado el encuentro y lo primero que hizo Carlos Julio Tuirán fue arrodillarse y besar la arena. Simbolizaba así el agradecimiento al terreno que le permitió gritar por primera vez campeón en el fútbol playa.

No hubo mucho tiempo para el festejo. Si acaso alcanzó a abrazarse con uno que otro compañero porque Cecilia Baena, jefe de misión de Bolívar, sacó pronto a los vencedores del terreno para un baño ligero y así lucir impecables en la premiación. Subió limpio a lo más alto del podio junto sus nueve compañeros. Diáfana imagen, como como el triunfo 3-1 sobre Guaviare en el partido definitivo.

Una vez descendió con la medalla dorada, la emoción no mermó, aumentó. Todo porque vio cerca de la tribuna principal del multipropósito de Bocagrande a uno de sus ídolos, Humberto Mendoza. El central del Real Cartagena fue a ver la final de los II Juegos de Mar y Playa. Y celebró el tercer oro bolivarense en las justas como propio.

“Es algo importante, ya que fue un esfuerzo muy arduo. Contar con la presencia de un gran defensa como él lo motiva a uno y que sea testigo de este logro, alegra bastante”, confesó emocionado Carlos, quien con frecuencia va al estadio Jaime Morón.

Lejos estaba de imaginar que el capitán del Real lo felicitaría por su logro. “Es difícil jugar en la playa. Cuando se viene a entrenar a acá, la arena es complicada, las piernas se desgastan y pueden aparecer contracturas. Es un deporte que demanda exigencia física y mucha técnica para controlar el balón y pegarle”, reconoció Mendoza.

“En nombre de Cartagena y del departamento de Bolívar hay que reconocerles este esfuerzo, que seguro contribuye a que siempre se esté en los primeros lugares”, agregó el defensor, quien le recalcó a Tuirán la responsabilidad que genera portar la franja en el equipo.

El nuevo campeón de fútbol playa lo sabe, pero también se identifica con Mendoza por “la personalidad que tiene, es un man que habla mucho. La potencia que tiene en los tiros libres es impresionante, es medio gol. La jerarquía que muestra transmite y se ve que le habla mucho a los jóvenes, así que los jugadores del Real deben aprenderle mucho”.

Por eso Carlos no tuvo mejor forma de retribuirle a Humberto el acompañamiento que con el gol que abrió el camino de la consagración. Aprovechó un remate frontal desde la mitad del campo para incrustar la pelota en el ángulo. “Acá es distinto, para saberle pegar se necesita más técnica que en grama, incluso la pelota es distinta, en fin, tiene un mérito mayor”, fue el elogio adicional del profesional.

Un golazo. Digno de final, pero Tuirán se quedó con otro de los seis que marcó en el torneo y que lo convirtieron en el máximo anotador del campeón. “El cuarto gol a Magdalena en la semifinal fue el mejor porque quedaba un segundo, nos quedábamos fuera de la final y la verdad no sé cómo llegué a ese cabezazo para empatar y luego buscar los penales, en los que gracias a Dios ganamos”, confesó el héroe bolivarense, que a sus 28 años estudia administración de negocios internacionales en el Tecnológico Comfenalco.

Era tiempo de celebrar como se debía, pero antes de despedirse de Mendoza, ambos se hicieron una promesa mutua. El primero advirtió buscar el oro en los Juegos Nacionales, mientras el zaguero dijo hacer hasta lo imposible por. Pacto de capitanes.



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